Psoriasis: definición, causa y tratamiento

DocFinder, Shutterstock
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La psoriasis es una enfermedad de la piel muy extendida. La manifestación de la psoriasis vulgar, su forma más común, son zonas de piel escamosas y enrojecidas en codos, rodillas y otras partes del cuerpo. La enfermedad es crónica con episodios recurrentes y puede afectar gravemente al bienestar físico y psicológico de las personas afectadas. ¿Qué desencadena la psoriasis y sus reagudizaciones? ¿Cómo se trata la psoriasis y qué pueden hacer las personas afectadas para contribuir al éxito de la terapia? Aquí podrá encontrar las respuestas a estas preguntas y otra información importante sobre el tema.

¿Qué es la psoriasis?

La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel con diversas manifestaciones y formas. Dado que es una enfermedad sistémica, puede afectar a las articulaciones y otros órganos además de la piel. La psoriasis es una enfermedad de la piel muy común en los países desarrollados occidentales, con alrededor del 1,5-2 % de la población afectada (en Austria, entre 250 000 y 300 000 personas padecen psoriasis). La manifestación de la enfermedad puede variar mucho. Los síntomas típicos son, entre otros, zonas de piel cubiertas de manchas rojizas muy delimitada con escamas entre plateadas y blanquecinas. Como regla general, la enfermedad es crónica y presenta episodios recurrentes. Cada brote puede tener una duración diferente, al igual que los intervalos sin la aparición de la enfermedad entre brotes. La psoriasis no tiene cura en la actualidad, pero en muchos casos se puede tratar: entre los brotes de la enfermedad puede haber periodos más largos con total ausencia de síntomas y, con la ayuda de la planificación integral del tratamiento, a menudo es posible lograr largos periodos de ausencia de la enfermedad y mejorar la calidad de vida. La enfermedad no es mortal ni contagiosa. Debido a los síntomas que la acompañan, puede afectar gravemente al bienestar y la calidad de vida de los afectados.

Causas y factores desencadenantes

Aún se desconocen las causas de la enfermedad. Lo que es seguro es que existe una predisposición genética, aunque dicha predisposición genética no significa que la persona vaya a desarrollar la enfermedad. Un factor importante en relación con la reacción inflamatoria es el sistema inmunológico, que está mal dirigido y reacciona como si se tratara de una lesión en caso de brote de la enfermedad. La piel desarrolla constantemente muchas células nuevas. Estas crecen y afloran hacia la superficie de la piel, donde mueren y aparecen como escamas; por lo general, la epidermis se renueva en unas cuatro semanas, mientras que en la psoriasis este proceso dura de tres a cinco días. Los factores desencadenantes desempeñan un papel crucial en la aparición de la enfermedad; actualmente, se han identificado muchos factores que pueden desencadenar la psoriasis o un brote de la misma. Entre ellos, destacan las irritaciones físicas, químicas e inflamatorias de la piel como lesiones y daños locales en la piel, la fricción, el rascado, la presión o las quemaduras solares, las infecciones (por ejemplo, por estreptococos), el uso de ciertos medicamentos, cambios y alteraciones hormonales, el alcohol y el estrés. La psoriasis es, por lo tanto, una enfermedad inflamatoria sistémica crónica con una base inmunogénica que puede estar provocada por influencias externas o internas. La tendencia a reaccionar ante los factores desencadenantes mencionados anteriormente o ante otros varía mucho.

Clasificación y síntomas

En función del comienzo de la enfermedad, se distinguen dos tipos de psoriasis. El tipo I ocurre antes de los 40 años, mientras que el tipo II, de curso generalmente más leve, aparece después de los 40 años. La forma más común de la enfermedad es la psoriasis vulgar (psoriasis en placas). Los síntomas de la psoriasis vulgar incluyen manchas rojas, marcadamente delimitadas y ligeramente elevadas, cubiertas con escamas de color blanquecino-plateado (placas). El tamaño del foco varía desde pequeño y con forma de mota hasta varias zonas de piel afectadas de tamaño superior. Las lesiones de la piel pueden ser asintomáticas, pero también pueden causar dolor o picazón intensa. Generalmente, se ven afectadas partes del cuerpo como los codos, las rodillas, el cuero cabelludo y la espalda baja, entre otros. La psoriasis también puede aparecer en la zona de los dedos de las manos y las uñas. Alrededor del 20 % de los afectados desarrollan artritis psoriásica (inflamación articular) en relación con la predisposición a la psoriasis. En la artritis psoriásica, la inflamación pasa a las articulaciones, por así decirlo. En principio, la artritis psoriásica puede afectar a cada articulación por la reacción inflamatoria, mientras que las articulaciones en la zona de los dedos de las manos y los pies son generalmente las más afectadas. Se produce hinchazón, dolor y limitación de la movilidad. Además, otras enfermedades, incluidas, entre otras, la diabetes mellitus, la obesidad, la hipertensión y las enfermedades cardiacas, son más comunes en las personas con psoriasis. La enfermedad puede manifestarse en otras formas como la psoriasis pustulosa, caracterizada por ampollas llenas de líquido en la piel, y la psoriasis eritrodémica, en la que toda la superficie del cuerpo se engrosa y enrojece. La lista de los signos y síntomas enumerados aquí puede estar incompleta, y un síntoma puede ser inofensivo o puede ser indicativo de alguna otra enfermedad. Se debe consultar siempre con un médico en caso de duda o sospecha de enfermedad.

Efectos psíquicos

Al igual que otras afecciones de la piel (como el acné severo o la neurodermatitis), la psoriasis puede ser perjudicial para el bienestar psicológico de las personas afectadas y puede ser extremadamente dolorosa. Con frecuencia, las personas afectadas se sienten «menos atractivas» debido a su enfermedad y sufren, además de la incomodidad física, sentimientos de vergüenza y estrés mental (con frecuencia sufren incluso estigmatización y exclusión social). Las personas no diagnosticadas a menudo se enfrentan a la psoriasis con rechazo o, incluso, con repugnancia (la psoriasis es un trastorno cutáneo no contagioso). Todo esto puede hacer que las personas se aíslen y eviten actividades sociales o de otro tipo, entre otras cosas. A su vez, el estrés físico y mental pueden empeorar la psoriasis. Ofrecer información especializada a pacientes, el aprendizaje de técnicas de relajación, el apoyo psicológico y otras medidas pueden ayudar a las personas a lidiar con esta afección de la piel y el estrés mental derivado de la misma.

Diagnóstico

A la hora de efectuar el diagnóstico, el cuadro y el historial clínico son primordiales; la enfermedad generalmente se identifica por los cambios característicos en la zona de la piel y las uñas. Al raspar las escamas superficiales en una zona afectada de la piel, se llega a una capa delgada de piel, donde las escamas parecen estar ligeramente más incrustadas. Si también se elimina esta capa de cutícula, se produce un sangrado en forma de puntos (fenómeno de Auspitz). En algunos casos, puede ser necesario tomar muestras de tejido para confirmar el diagnóstico por análisis histológico. Un método comúnmente utilizado para determinar la gravedad de la enfermedad y la carga de morbilidad de las lesiones psoriásicas de la piel es el índice de la severidad del área de psoriasis (PASI).

Tratamiento

La terapia depende de la forma y gravedad de la enfermedad, así como de otros factores individuales. Se adapta a cada paciente y se ajusta si es necesario (terapia escalonada).

Los enfoques terapéuticos modernos no solo están dirigidos a mejorar los cambios en la piel, sino también a cualquier comorbilidad. Existen varias medidas disponibles que permiten un tratamiento individualizado con la ayuda de las cuales se puede lograr un curso más leve de la psoriasis y la mejora de la calidad de vida. Entre estas, se incluyen el cuidado adecuado de la piel como tratamiento básico, terapias locales, fototerapia (tratamiento de la piel con luz UV) y farmacoterapia sistémica (interna) con pastillas o inyecciones.

Es muy importante el cuidado adecuado de la piel con cremas hidratantes, pomadas, lociones y aceites de ducha. Esta terapia básica es una parte esencial del concepto global de tratamiento para la psoriasis. El tratamiento comienza con una terapia tópica (local) (por ejemplo, corticosteroides, derivados de la vitamina D, ditranol) y, en casos más agudos, se puede combinar el tratamiento local con otras terapias. En caso de pacientes con una afección más generalizada, o si no hay suficiente respuesta a la terapia local, el tratamiento puede complementarse con fototerapia. Una respuesta inadecuada a estas terapias o el curso grave de la enfermedad pueden requerir una terapia sistémica para la cual se dispone de varios medicamentos (retinoides, metotrexato, ciclosporina A, tratamientos biológicos, etc.).

Asimismo, es muy importante llevar un estilo de vida saludable. Los pacientes pueden contribuir significativamente al éxito de la terapia en sí misma. Las medidas importantes son el seguimiento estricto de la terapia prescrita, la reducción del sobrepeso, llevar una dieta saludable, practicar actividad física suficiente, dejar de fumar, la disminución de la ingesta de alcohol, la reducción del estrés, evitar el estrés mecánico en la piel y una exposición consciente al sol (evitar las quemaduras solares).

Cuadro de datos

Psoriasis: enfermedad cutánea inflamatoria crónica no infecciosa.
Causas: actualmente, no existe una causa clara; predisposición genética, funcionamiento incorrecto del sistema inmunitario, factores desencadenantes (p. ej., irritación de la piel física, química, inflamatoria, infección, estrés, etc.).
Forma más común: psoriasis vulgar (psoriasis en placas).
Caracterizada por: manchas rojizas claramente delimitadas y ligeramente elevadas, cubiertas con escamas blanquecinas-plateadas, picazón, etc.; partes del cuerpo frecuentemente afectadas: codos, rodillas, cuero cabelludo, espalda baja. La psoriasis también puede aparecer en la zona de las uñas.
Otras formas: psoriasis pustulosa y psoriasis eritrodémica, entre otras.
Diagnóstico: historial médico, examen de la piel, biopsia (en caso necesario), etc.
Tratamiento: cuidado adecuado de la piel (terapia básica), terapia local, fototerapia, farmacoterapia sistémica, estilo de vida saludable.

Fuentes
Lienhard A.; Systemische Therapie der Psoriasis, ARS Medici 09/2017, Rosenfluh Publikationen AG

Sator P.-G.; Psoriasis, Spectrum Dermatologie 01/2017, MedMedia Verlag und Mediaservice GmbH

Global report on psoriasis, World Health Organization, 2016

Wolf P.; Psoriasis: Forschung und Weiterentwicklung der Therapie, Spectrum Dermatologie 02/2015, MedMedia Verlag und Mediaservice GmbH

Holzer G. et al.; Psoriasis und Komorbiditäten, Universum Innere Medizin 10/2012, MedMedia Verlag und Mediaservice GmbH

Philipp S.; Therapie der Psoriasis - nicht nur auf die Haut achten!, ARS Medici 09/2012, Rosenfluh Publikationen AG

Psoriasis-Patienten leiden unter Stigmatisierung, 27.10.2017, URL: https://www.aerzteblatt.de/nachrichten/sw/Psoriasis?nid=83138


Autor: Katharina Miedzinska, MSc