¿Qué hacer cuando se tiene cistitis?

DocFinder, Shutterstock
DocFinder, Shutterstock

Más de la mitad de las mujeres padecen cistitis al menos una vez en su vida. Si bien los hombres son mucho menos propensos a padecer las molestas infecciones del tracto urinario a edades tempranas, pueden verse afectados con la misma frecuencia que las mujeres a edades más avanzadas. En la mayoría de los casos, la enfermedad está causada por una infección bacteriana y se trata con antibióticos. Lea aquí cómo puede reconocer una cistitis, qué remedios caseros ayudan, además del tratamiento con antibióticos, y cómo prevenir la inflamación.

Estructura y función del sistema urinario

Nuestro sistema urinario consta de cuatro secciones:
Riñones (nephros): ambos riñones desempeñan funciones importantes en el cuerpo: además de la excreción de toxinas, los riñones son responsables de la filtración de la sangre, de la regulación del pH y del equilibrio del agua y los electrolitos. Además, los riñones producen hormonas vitales. Los riñones filtran aproximadamente 1,2 litros de sangre por minuto y aproximadamente 170 litros de orina primaria al día, de los cuales solo uno o dos litros salen del cuerpo como orina final. La orina producida se recoge en la pelvis renal, una parte de los riñones, y fluye a través del uréter hacia la vejiga urinaria.
Uréter (ureter): los dos músculos finos de la uretra conectan los riñones con la vejiga y miden entre 30 y 35 cm de longitud.
Vejiga (versica urinaria): la vejiga se encuentra en la pelvis y es un saco muscular cuando está vacía. A medida que se va llenando, adquiere una forma esférica. Su capacidad máxima depende de la anatomía de cada persona y es de 900 a 1500 mililitros aproximadamente. Las funciones de la vejiga incluyen el almacenamiento y el vaciado de la orina. Si la vejiga urinaria se llena con aproximadamente 250 mililitros de orina, existe una necesidad urgente de orinar, lo cual es desagradable para la mayoría de las personas a partir de una capacidad de 300 a 500 mililitros. En las mujeres, la vejiga está conectada al útero en la parte posterior de la pelvis y, en los hombres, al recto. La salida de la vejiga urinaria se llama uretra.
Uretra (urethra): la uretra se encarga de drenar la orina de la vejiga. En las mujeres, la uretra mide entre 2,5 y 4 cm de longitud.
* En los hombres, la uretra recorre todo el pene y mide hasta 25 cm de longitud.

¿Qué es la cistitis?

La cistitis afecta el tejido del tracto urinario. Como regla general, se ven afectadas las vías urinarias inferiores. En función de qué sección del sistema urinario esté inflamada, se habla de uretritis o cistitis. Las mujeres se ven mucho más afectadas por ambos tipos de inflamación que los hombres. La razón es, en ocasiones, la anatomía del sistema urinario femenino: la uretra de la mujer es mucho más corta que la del hombre, por lo que es más fácil encontrar gérmenes que causan inflamación en su camino a la vejiga. Además, la uretra de la mujer se encuentra más cerca del ano que la uretra del hombre. Se estima que alrededor del 50 al 70 % de las mujeres se ven afectadas por cistitis al menos una vez en su vida.

Causas y factores que favorecen la cistitis

En la mayoría de los casos, la causa de una infección aguda en la vejiga es una infección bacteriana provocada por el paso de las bacterias del intestino a la uretra a través del ano. La inflamación por la bacteria Escherichia coli es la más común, mientras que las bacterias como Staphylococcus saprophyticus, Proteus mirabilis y Klebsiella también pueden causar cistitis. Estos y otros gérmenes son un componente natural del intestino, por lo que este no se ve afectado. Sin embargo, si las bacterias alcanzan el sistema urinario, pueden proliferar y causar infecciones agudas o crónicas. En casos raros, determinados virus y hongos pueden ser responsables de la cistitis. Además, hay varios factores que pueden favorecer la cistitis en las mujeres.
Entre ellos, destacan:
Anatomía femenina: las mujeres tienen una uretra más corta que los hombres. Como resultado, las bacterias pueden penetrar mucho más rápido en la vejiga. Su proximidad al ano también es un factor favorecedor de la enfermedad.
Higiene íntima excesiva: debido al uso frecuente de cosméticos altamente perfumados, puede desequilibrarse la flora bacteriana natural.
Higiene íntima incorrecta: el secado debe realizarse desde la vagina hacia el ano. Si el secado se lleva a cabo en la dirección opuesta, las bacterias se transfieren del intestino a la vagina y la uretra.
Relaciones sexuales frecuentes
* Cambios hormonales durante la menopausia: debido a la disminución de los niveles de estrógeno, pueden darse cambios en el medio vaginal natural, lo que a su vez favorece el desarrollo de infecciones del tracto urinario.

No suele ser frecuente la cistitis en los hombres antes de los 60 años. Sin embargo, a partir de los 60 años, muchos hombres sufren el agrandamiento de la próstata (hiperplasia de la próstata): la hiperplasia de la próstata dificulta el vaciado de la vejiga urinaria y, como resultado, la orina residual que se mantiene después del vaciado de la vejiga favorece el desarrollo de la inflamación. Entre otros factores de riesgo se encuentran las malformaciones anatómicas, el uso de un catéter de vejiga durante varios días, procedimientos como la irrigación de la vejiga o una cistoscopia, enfermedades metabólicas como la diabetes mellitus y los cálculos urinarios.

Molestias provocadas por la cistitis

La cistitis puede presentar diversas molestias. Entre los signos más comunes de cistitis se encuentra una frecuencia urinaria superior a la media con una cantidad de orina significativamente reducida (polaquiuria): los pacientes sienten mucha más necesidad de ir al baño de lo normal, pero excretan mucha menos orina de lo habitual y el flujo de orina también es más débil. La micción resulta desagradable y, generalmente, difícil de llevar a cabo (disuria). A menudo, se produce una sensación de ardor y picazón en la parte baja del abdomen durante la micción. Además, la cistitis puede asociarse con orina alterada (turbia) y sangre en la orina (hematuria). Si la inflamación también se extiende a la vagina, puede hacer que esta desprenda un olor intenso. Si otros órganos se ven afectados por la inflamación (como los riñones), se pueden producir síntomas adicionales como fiebre y malestar general.

Síntomas:

  • Dolor en el abdomen
  • Espasmos en la vejiga
  • Urgencia de orinar superior a la media
  • Cantidad de orina excretada reducida
  • Dificultad para orinar
  • Sensación de ardor/picazón al orinar en la zona del abdomen inferior
  • En mujeres: secreción de olor intenso (si la inflamación también afecta a la vagina)
  • Sangre en la orina
  • En caso de enfermedad grave/afectación de otros órganos: fiebre y malestar general.

Diagnóstico de cistitis por un médico

Generalmente, la consulta médico-paciente, en la que el paciente describe su historial médico y sus molestias, proporciona al médico las primeras indicaciones importantes de cistitis. Para poder diagnosticar de manera fiable una infección del tracto urinario, se realiza un análisis de orina con tiras reactivas especiales y/o un análisis de laboratorio de la orina después de la consulta. Para el análisis de laboratorio, el paciente debe entregar una muestra de orina matutina, de la cual debe evitarse el inicio de la micción. Es decir, el primer chorro de orina debe excretarse de manera habitual y, a continuación, recoger el segundo chorro de orina en el recipiente para muestras. El análisis de laboratorio no solo proporciona información sobre la presencia de una infección en el tracto urinario sino que, en el caso de resultado positivo, el patógeno (bacteriano) también se puede determinar con precisión. Para descartar otras afecciones que puedan ser causantes de la afección, puede requerirse a algunos pacientes que se sometan a otros exámenes, incluidos análisis de sangre, mielogramas y/o ecografías. Esta última prueba permite diagnosticar o descartar otras infecciones del tracto urinario inferior, así como la inflamación de la pelvis renal. Además, a las mujeres a veces se les recomienda hacerse un examen ginecológico. Aparte de pruebas tales como un análisis de laboratorio de la orina, ecografías y una cistoscopia, a algunos pacientes con cistitis recurrente se les practican exámenes adicionales como mediciones de la presión de la vejiga o una medición del flujo de la orina.

Tratamiento de la cistitis

La cistitis se trata con antibióticos. ¿Qué antibiótico se utilizan considerando, entre otros factores, si se trata de la primera vez que se padece cistitis o se trata de cistitis recurrentes, así como en el caso de patógenos inflamatorios? Si la cistitis ocurre más de dos veces al año, se clasifica como cistitis recurrente o crónica. Las causas y los síntomas de la cistitis crónica son similares a los de la cistitis aguda sin complicaciones. Para determinar/descartar una posible resistencia a los antibióticos, el médico lleva a cabo un cultivo bacteriano al que aplica la prueba de resistencia correspondiente. Si la terapia con antibióticos no resulta efectiva, el paciente recibe un nuevo antibiótico para llevar a cabo un tratamiento adicional. Además de los antibióticos, también existen medicamentos a base de ingredientes naturales para la prevención y el tratamiento de enfermedades del tracto urinario. Uno de estos medicamentos naturales para utilizarse en el caso de cistitis, por ejemplo, combina ingredientes herbales como el hibisco y el propóleo con una biopelícula y tiene un efecto principalmente mecánico gracias a esta última: la biopelícula atraviesa el entorno ácido del estómago sin presentar alteraciones, luego llega al intestino y forma una biopelícula basada en proteínas que recubre la superficie de la mucosa intestinal. De esta manera, se evitan la adherencia y el crecimiento de patógenos que, de otra manera, podrían alcanzar la vejiga a través de la uretra desde el intestino. El propóleo y el hibisco también son beneficiosos para la vejiga, especialmente cuando se aprecian los primeros síntomas de cistitis. Estos dos ingredientes acidifican la orina y, por lo tanto, contrarrestan el crecimiento bacteriano adicional en la vejiga.

Otro medicamento que fue desarrollado especialmente para el tratamiento dietético de infecciones agudas y recurrentes del tracto urinario contrarresta la propagación de patógenos debido a la combinación de ingredientes activos como la D-manosa y el arándano y evita que las bacterias se adhieran a la mucosa del tracto urinario. La adición de vitamina C y vitamina D3 también refuerza el sistema inmunológico y protege las células del cuerpo del estrés oxidativo. Otro medicamento se basa en una mezcla de agentes activos de raíz de vara de oro y hojas de abedul. La infusión tiene un efecto antiinflamatorio y de lavado en la vejiga y el riñón, y también se puede tomar como complemento de la terapia con antibióticos. Los extractos de hojas de gayuba y raíz de vara de oro y los extractos con altas dosis de berros, rábano picante y otros remedios naturales también pueden servir para tratar infecciones bacterianas e inflamatorias del tracto urinario.

El estudio sobre las hojas de abedul, los arándanos y otros ingredientes a base de hierbas para el tratamiento y la prevención de infecciones del tracto urinario no siempre pone de manifiesto si el ensayo clínico ha demostrado el efecto de forma clara. En caso de dudas acerca de su ingesta y dosificación, debe consultarse previamente con un médico.

Evolución/pronóstico de la cistitis

Generalmente, la cistitis evoluciona sin mayores complicaciones. Con una terapia antibiótica adecuada, la inflamación suele desaparecer al cabo de unos días.

Posibles complicaciones

En particular, si no se aplica tratamiento a la cistitis, los patógenos podrían continuar propagándose por el sistema urinario y salir de la vejiga a través de los uréteres de la pelvis renal hasta causar una pielonefritis (pyelonephritis). Generalmente, la función renal no se ve afectada por la inflamación. Sin embargo, los síntomas de la pielonefritis son mucho peores que los de la cistitis en sí misma y, además de la molestia de una infección en el tracto urinario, etc., se pueden sufrir escalofríos, dolor en el lateral (dolor en los riñones) y náuseas. Si los agentes patógenos alcanzan el torrente sanguíneo desde el tejido renal, puede producirse una urosepsis potencialmente mortal. En los hombres, los gérmenes se pueden propagar por el conducto deferente al epidídimo (epididimitis) y, posteriormente, causar inflamación y dolor intenso. Para prevenir estas u otras complicaciones, los posibles signos de cistitis deben consultarse con un médico para poder iniciarse una terapia adecuada con antibióticos en caso necesario.

Cistitis: remedios caseros que pueden resultar de ayuda

Aunque algunos remedios caseros han demostrado ser particularmente efectivos en el tratamiento de la cistitis, los remedios caseros no sustituyen a una consulta médica o a la terapia con antibióticos. Los siguientes remedios caseros pueden ayudar a mejorar los síntomas como complemento de un tratamiento recetado por el médico: Agua e infusiones sin azúcar: beber mucho (al menos dos litros al día) hace que los agentes patógenos se expulsen del cuerpo con mayor rapidez. Sin embargo, deben evitarse las bebidas dulces como los zumos de frutas, ya que los niveles elevados de azúcar favorecen la proliferación bacteriana. Infusión especial para la vejiga de la farmacia: contiene principios activos herbales diuréticos (ortiga, enebro, raíz de oro, etc.).
Zumo de arándano: los arándanos contienen un ingrediente activo llamado proantocianidina. La proantocianidina hace que las bacterias se adhieran en menor medida al tracto urinario.
Calor: el calor (compresas de calor, botella de agua caliente) relaja los músculos, que a menudo se contraen durante la cistitis.

Qué hacer para prevenir la cistitis

  • Nivel adecuado de higiene: un «exceso» de higiene puede hacer que la flora bacteriana natural se modifique. La higiene íntima con agua y cosméticos con pH neutro favorece el entorno natural del pH. El secado después de la micción debe hacerse desde la vagina hacia el ano.
  • Vaciado regular y completo de la vejiga: asegúrese de vaciar su vejiga de forma regula y completamente. En el caso de las mujeres, orinar después de las relaciones sexuales puede ayudar a eliminar los posibles patógenos.
  • Evitar los pies fríos y la ropa mojada: si el cuerpo está demasiado frío, los agentes patógenos se pueden propagar con mayor facilidad. Esto también se aplica al sentarse en suelos de piedra fríos.
  • Prevención: los diafragmas, los espermicidas y las espirales pueden favorecer el desarrollo de la cistitis.
  • El alcohol, el café y los zumos de cítricos irritan la vejiga y deben evitarse en gran medida en los casos de mayor riesgo de contraer cistitis y cuando ya se tiene cistitis.
  • Antibióticos: los antibióticos se deben tomar de acuerdo con la prescripción médica respecto a la dosis y duración de la terapia. El abandono anticipado de la terapia puede llevar a una recaída (recurrencia).
  • Medicamentos a base de hierbas: medicamentos basados en principios activos naturales como las cápsulas, cuyo objetivo es evitar el contacto de la mucosa intestinal con el patógeno. También deben tomarse tras consultar con un médico y de la forma prescrita.

Fuentes
Umfassende Tipps bei Harnwegsinfekten, Apotheker Krone 03/2016, Ärztekrone VerlagsgesmbH

Dr. Ksenia Halpern, Klinische Abteilung für Allgemeine Gynäkologie und gynäkologische Onkologie, Universitätsklinik für Frauenheilkunde, Medizinische Universität Wien; Kurzabriss Harnwegsinfektionen, Gyn-Aktiv 05/2015, MedMedia Verlag und Mediaservice GmbH

Schulz C., Rose O.; Harnwegsinfektionen - Grundlagen für das Medikationsmanagement, Deutsche-Apotheker-Zeitung 14/2015, Deutscher Apotheker Verlag Dr. Roland Schmiedel GmbH & Co., Stuttgart

em. o. Univ.-Prof. Dr. Sepp Leodolter, Klinische Abteilung für allgemeine Gynäkologie und gynäkologische Onkologie, Universitätsklinik für Frauenheilkunde, Medizinische Universität Wien; Prophylaxe des rezidivierenden Harnweginfekts, Gyn-Aktiv 04/2014, MedMedia Verlag und Mediaservice GmbH

Bilharz C.; Harnwegsinfektionen - Unkompliziert bis problematisch, Deutsche-Apotheker-Zeitung 18/2014, Deutscher Apotheker Verlag Dr. Roland Schmiedel GmbH & Co., Stuttgart

Dr. Arno Lechner, Division Medizinische Mikrobiologie, Universitätsinstitut für Medizinisch-Chemische Labordiagnostik, Universitätsklinikum der Paracelsus Medizinischen Privatuniversität, Salzburg; Unkomplizierte Zystitis: Was empfehlen die Guidelines?, Klinik 06/2013, MedMedia Verlag und Mediaservice GmbH

Ass. Dr. Gernot Schilcher, Univ.-Prof. Dr. Alexander Rosenkranz, Klinische Abteilung für Nephrologie, Universitätsklinik für Innere Medizin, Medizinische Universität Graz; Akute Zystitis, NephroScript 02/2012, MedMedia Verlag und Mediaservice GmbH


Autor: Katharina Miedzinska, MSc